sábado, 10 de septiembre de 2016


MANSHIYAT NASER, LA CIUDAD DE LA BASURA

Actualmente la humanidad produce dos billones de toneladas de basura por año y de acuerdo con estimaciones de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en 2025 el mundo quintuplicará la producción de desechos per cápita, representando esto el incremento de riesgos para la salud y el medio ambiente.

Si bien éstas estadísticas son alarmantes y tal vez antes del 2025 tomemos conciencia de la importancia de generar estrategias de cambio frente a la actual situación en materia de contaminación ambiental y disposición de residuos sólidos; en la actualidad cada persona genera miles de toneladas de basura por año y seguramente muchos de nosotros no tenemos ni idea dónde va a parar toda esa cantidad de residuos. Los vertederos ya no aguantan con un desecho más, ocasionando que muchas ciudades tengan verdaderos problemas en el almacenamiento y tratamiento de toda la basura generada (desechos orgánicos e inorgánicos).

Las estrategias de solución proponen un consumo más controlado, más sostenible, así como fomentar el reciclaje; mostrándonos los beneficios de este último con el argumento válido de que toda la basura es aprovechable y por tanto podemos darle un nuevo uso. Es cuestión de tomarnos el tiempo, pensar y organizar en nuestro hogar y en nuestro trabajo las estrategias que podemos utilizar para no tirar la basura y aprovecharla de una manera diferente.





El caso más impresionante de disposición final de desechos lo podemos encontrar en El Cairo, la capital de Egipto. Es la mayor ciudad del mundo árabe, de Oriente Próximo y de África, a la que los egipcios denominan a menudo sencillamente con el nombre del país. Este lugar es tan grande y tan poco respetuoso con el medio ambiente que está enormemente inundado de basuras.

¿Cómo se gestiona toda esta cantidad de basura? Pues bien, con el fin de evitar que sus habitantes lanzaran los desechos al río Nilo, el gobierno destinó todo un barrio con pocos habitantes para convertirlo en el vertedero municipal. Sí, como lo oyes.

Manshiyat Naser es el lugar donde se deposita toda la basura generada por la ciudad de El Cairo. Con montañas de basura que se elevan de bolsa en bolsa podemos encontrar niños saltando entre los picos más altos.

Manshiyat Naser, o Ciudad Basura, como es conocida por los lugareños, es un barrio pobre en las afueras de El Cairo, a poca distancia en coche de lujo de cinco estrellas. Carece de conducciones de agua y red eléctrica, por lo que se encuentra en precarias condiciones. Sin embargo, el gobierno no quiere gastar dinero en solucionar la problemática ambiental presente en este lugar, pues ya no lo consideran como un barrio, es simplemente un vertedero. ¿Te imaginas una barrio entero lleno de basuras? Insalubridad, infecciones, malos olores... Es mejor no pensarlo, pero no es una fábula, esto existe de verdad.

En este lugar donde los ciudadanos se han tenido que acostumbrar a vivir entre estos desechos, no todo es malo ya que con el paso del tiempo, esta gente ha convertido los desperdicios en su medio de vida, separando y reciclando los elementos que pueden tener un valor económico. Muchas personas allí, viven precisamente de reciclar lo que otros tiran a la basura y todavía puede ser reutilizado.



Aunque tú o yo no soportaríamos un instante en este lugar, sus habitantes son “felices”. Ellos nunca han conocido nada diferente de vivir entre la basura. "Son gente amable y acogedora, no ven nada raro en su labor” ya que son principalmente “Zabbaleens”, un grupo egipcio de cristianos coptos reconocidos mundialmente por su ocupación principal que ha sido la recolección de basura de todo El Cairo desde hace más de 50 años, ya que los musulmanes no tratan mucho con la basura, por lo que este lugar fue tomado por los ellos.

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